El fin de ....

Le dije : Si esto sigue así será el fín del mundo.

Me contesto :

No, el fín del mundo no. Si nosotros desaparecemos el planeta seguirá.

jueves, 14 de julio de 2016

Exhaustos y corriendo dopados

Nos creemos tan libres como dueños de tabletas y móviles, vamos a cualquier lugar en Internet, luchamos por las causas incluso de países del otro lado del planeta, participamos en protestas globales y casi no nos damos cuenta de que hemos creado una postsumisión. O un tipo más peligroso e insidioso de sumisión. Nos hemos esforzado libremente y con gran ahínco para alcanzar la meta de trabajar 24/7. Veinticuatro horas siete días a la semana. Ningún capitalista había soñado tanto. El jefe nos alcanza en cualquier lugar, a cualquier hora. La jornada de trabajo ya no acaba nunca. Ya no hay un espacio de trabajo y un espacio de recreación, ya no hay ni siquiera una casa. Todo se confunde. Internet se ha usado para borrar las fronteras también del mundo interno, que ahora es un fuera. Estamos siempre, de algún modo, trabajando, haciendo networking, debatiendo (o discutiendo), interviniendo, tratando de no perdernos nada, sobre todo las noticias ordinarias. Nos consumimos animadamente, al ritmo de emoticonos. Y, así, perdemos tan solo el alma. Y logramos una hazaña sin precedentes: ser amos y esclavos al mismo tiempo.

Sobre este tema hay un pequeño libro, precioso, con el sugestivo título de La Sociedad del Cansacio. Su autor es el filósofo Byung-Chul Han, un coreano radicado en Alemania, que es profesor universitario de filosofía y estudios culturales en Berlín. En este libro, Han establece un diálogo crítico con pensadores como Alain Ehrenberg, Giorgio Agamben, Michel Foucault, Hannah Arendt, Walter Benjamin o Friedrich Nietzsche, entre otros. Sin embargo, mi diálogo con él es por mi cuenta y riesgo. (LEER TODO)

HUMOR EN VERDE :

Antes, un padre tenia 4 hijos.
Ahora, un hijo tiene 4 padres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Respeta el lenguaje. Tu comentario será publicado en breve. Muchas gracias.